En un momento los
pensamientos alzan vuelo y algunos como pájaros solitarios se pierden entre las
nubes y se entretienen con amores que el viento enreda entre sus alas; otros
atraviesan espectros indelebles a los que el roce de vuelos nocturnos hace dibujar
en el horizonte el temor a vivir y a dejar que los minutos transcurran entre la
penumbra que produce la tristeza.
Son aquellos
pensamientos que se cansaron de pensar, se cansaron de esperar a que súper
héroes de papel salvaran esos insípidos sentimientos que aparecen cuando la
mente se pierde entre pasadizos oscuros donde acechan esas frías turbulencias
que hacen vibrar temerosos los espacios donde la tranquilidad pierde la
inocencia y termina por confundirse con la realidad.
Esos Infinitos pensamientos
que se dejan hipnotizar por las luces que imperceptibles en el firmamento se
tapan con mantos de estrellas fulgurantes; se disfrazan de destellos redentores
y al final terminan desatando tormentas interminables donde la calma puede ser la
protagonista invisible de una obra escrita por aquellas reflexiones dementes que
se dejan atrapar por historias inconclusas y se quedan levitando en espacios
donde el fin no encontrará un lugar.
Pensamientos que se
apoderan de pensamientos prestados para evadir los sueños y lograr que los
deseos se confundan en lo más profundo de sus miedos; buscan razones para
evitar que los destinos caigan detrás de la lluvia y se confundan con lágrimas cansadas
de recorrer caminos tristes llenos de incertidumbres que crecen como maleza en
tierras áridas donde la vida parece no querer vivir bajo ese dolor que se
apodera de la mente que va perdiendo la libertad.
AATS
Jacoo – Cosmos