Un
amor escrito en el pensamiento
Era un día como cualquiera,
ella no imaginaba que esa tarde pasaría algo, o mejor, que conocería a alguien
que le cambiaría su vida para siempre, por lo menos su sentir interior, ese
sentimiento que cada uno tiene en su pensamiento, impenetrable, secreto y a
veces incontable.
Llegó la tarde, el recuerdo de
cómo pasaba ese día es tenue; no pasaba nada que pudiera determinar en su
memoria, o un detalle específico que marcara este momento, sin saber que luego
se convertiría en un instante que quedaría grabado para siempre en su
existencia.
Ella estaba en cualquier sitio,
no es importante donde, en ese momento podía haber sido la luna. Él era un
desconocido, un ser más en el planeta como tantos millones que habitan este
mundo diverso. De repente sus miradas se cruzaron, un evento normal que sucede
entre dos personas que se encuentran y que nunca antes se habían visto, pero ese
cruce de miradas fue una explosión de sensaciones extrañas, hermosas; ella
jamás lograría describirlas, pero en ese momento su alma se estremeció de forma
irreal, como el calor intenso que se siente al recorrer la espalda con un
hielo… Así de indescriptible es lo que ella sintió cuando vio los ojos de él
por primera vez.
Sintió que nada era extraño
entre ellos, que por el contrario ese ser no solo no era un desconocido, sino
que era como la continuidad de su propia existencia. No era un encuentro, era
un reencuentro pactado mil años atrás o un segundo antes, era algo que debía
pasar, ese instante por sí solo pudo llenar toda una existencia, aunque nunca
se hubieran visto otra vez.
Seguramente estaba escrito que
sus vidas estarían unidas sin unirse, por lo menos en este espacio y tiempo,
sin saber si antes hubieran sido uno solo y éste fuera simplemente el tiempo de
una prueba infinita de sacrificio para esta conjunción de almas. No había lugar
a tristezas, lo que existía entre estos dos seres apenas podía ser percibido
por el subconsciente, muy por debajo del umbral de la conciencia, casi inaccesible.
Pero si quisieran darle un significado tangible, se podría decir que el momento
de ellos estaría dado en los sueños, porque a partir de los sueños es que él se
haría presente en la vida de ella para siempre.
Bastante tiempo transcurrió antes
de volverse a ver… Los momentos que lograron compartir fueron muchos, pero pocas
veces tuvieron la oportunidad de expresar con palabras todo lo que sentían el
uno por el otro; el solo verse hacia que el corazón les estallara en
palpitaciones tan fuertes que se podían escuchar en el ambiente. Cuando se
encontraban él la buscaba y la seguía con la mirada cada segundo, cada
movimiento, cada sonrisa, cada expresión de su cuerpo lograban que él perdiera
el aliento. Seguramente lo único que él deseaba en esos momentos era poder gritarle
al mundo todo lo que su alma sentía por ella.
Cuando ella sentía su cercanía,
el aire no entraba en su cuerpo, él lograba desestabilizar todo su pensamiento,
las palabras no pasaban por su mente, mil imágenes corrían por su alocada
cabeza y solo deseaba que esos instantes se volvieran eternos para poder
inmortalizarlos en su mente segundo a segundo. Ella solo podía percibir que
aunque él tratara de ser indiferente, todos sus sentidos se alteraban con su
cercanía.
Recuerdan que en algún momento
de sus vidas se presentó la oportunidad de hablar y sin importar quien
estuviera a su alrededor, sentían que en ese instante solo ellos dos hacían
parte del universo, fue un momento mágico en el que lograron decirse y
prometerse mil cosas, por primera vez podían decirse todo lo que hasta ese
momento habían tenido que callar o simplemente fue la oportunidad de que su
corazón pudiera desahogar tanto sentimiento represado en ese reducido espacio.
Ella siempre fue la encargada,
sin proponérselo, de recordarle a él que ella estaba ahí, queriendo y sin
querer, ella nunca supo en qué momento todo comenzó, de lo que sí estuvo segura
siempre es que nunca quiso que acabara y que todo permaneciera en el viento para
respirarlo todos los días poco a poco.
Él siempre haciendo que su vida
no se saliera de control, solo esperaba los instantes que ella perdiera la
cordura e hiciera sus intempestivas apariciones como un vendaval de emociones,
sentimientos y locura. Tal vez ella siempre deseó que en algún momento él
hubiera tenido el ímpetu de un huracán… Nunca sucedió… Era como algo
preestablecido, ella siempre seria la llamada a revolcar sentimientos, a
enloquecer pensamientos o a hacerlo fantasear maravillosamente.
Cualquier persona que hubiera
conocido su historia podría pensar que sufrían inmensamente, pero más allá de
algún sufrimiento, tenían un espacio solo para ellos existente en sus mentes y
eso hacía que cualquier impedimento posible, desapareciera por instantes.
Ella invariablemente pensaba
que nada importaría jamás… mientras él la amara para siempre…
Hay historias como esta que van
más allá de las palabras, que van más allá de un plano físico aunque el
pensamiento logre alterar el corazón, la respiración y todos los sistemas que
hacen controlar la vida diaria.
AATS